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Sobre viaje a Cuba de Presidenta Bachelet

Viaje a Cuba y los derechos humanos.

El gobierno de Chile ha anunciado que la presidenta Michelle Bachelet hará una visita oficial a Cuba. Esta dentro de las facultades del presidente definir las características de ese viaje y bajo esta consideración, debemos respetar su decisión. Sin embargo, esto no implica estar de acuerdo con ella, y constituye un deber moral expresar una opinión en contrario. Permítanme fundamentar.

La visita de un presidente de Chile a Cuba constituye una gran noticia.

Muchos de los que somos contrarios a la política de bloqueo o de boicot comercial hacia la isla (encabezado por el gobierno de EEUU.) lo somos por solidaridad con pueblo cubano, y no con su dictadura, de casi cinco décadas. Esta visita ayuda a romper ese bloqueo y fortalece la influencia de los países democráticos en el gobierno cubano. Eso es bueno y constituye una mejor estrategia para ayudar a los cambios en la isla.

Así mismo demuestra la madurez y autonomía de las democracias latinoamericanas respecto de las políticas de EEUU, especialmente del gobierno de Bush.

El tema que provoca la controversia en Chile se refiere a los derechos humanos en la isla y la situación de los presos de conciencia, la iniciativa de elecciones libres en Cuba y la situación concreta de lideres demócratas cristianos, encarcelados o con arresto domiciliario HOY, en la isla.

Entre el partido comunista cubano y Bush ha habido sólo una materia de acuerdo:

Que en el territorio de esa isla caribeña se puede atropellar los derechos de las personas, el partido comunista, a través del estado cubano y Bush en los centros de detención y tortura de Guantánamo.

Es cierto, por la misma demanda que luchábamos contra Pinochet en Chile, HOY hay mucha gente presa en Cuba por el régimen dictatorial: Elecciones Libres.

Este no es un alegato de los exiliados cubanos en Miami. Esto es un alegato por parte importante del pueblo Cubano, que pide Democracia y que se le persigue, encarcela, se le somete a terrorismo de estado. Por el simple hecho de pensar distinto que el o los dictadores, o el partido único de Cuba.

Esta lucha de los demócratas cubanos claramente representada por el Proyecto Varela y encabezada por Oswaldo Payá es una esperanza democrática en Cuba. No una esperanza capitalista, una esperanza del pueblo cubano, no del gobierno de EEUU.

La doctrina de los Derechos Humanos, y la lucha universal en pos del respeto hacia los de primera, segunda y tercera generación, constituye quizás una de las fuerzas humanizadoras mas potente de los últimos tres siglos. Y paulatinamente, se ha abierto paso, frente a los distintos tipos de manipulación interesada. Esto debido a la solidez de sus fundamentos: El respeto por toda la persona humana y por todas las personas.

Esta fuerza inmensa es quizás la que ha doblegado a dictaduras de todo el orbe, que lentamente caen o desaparecen de la faz de la tierra. En la actividad de los luchadores por los derechos humanos reside la explicación mas vital y existencial, acerca del real significado de la democracia en nuestros tiempos y no la caricatura procedimental o de mercado que algunos pretenden imponer.

Dentro de la tendencia a globalizar en que vivimos, la globalización de la conciencia acerca de la fragilidad planetaria y la globalización de los derechos del hombre son las fuerzas que marcaran el futuro de los humanismos en nuestro tiempo.

Es por ello que muchos demócratas cristianos vemos con consternación la visita a la isla y la imposibilidad de que nuestra presidenta se reúna también con estos opositores democráticos, pacíficos y cristianos. Y les transmita nuestra solidaridad en la causa de los derechos humanos. Nadie le exige intervenir en los asuntos internos de Cuba, ni condenar al régimen castrista. Los demócratas cristianos sabemos de nuestras diferencias ideológicas con nuestros aliados, pero a veces ha sido necesario explicarles el alcance de nuestras diferencias.

Cuando un militante de izquierda intra o extra concertación, avala o justifica los atropellos a los derechos humanos en Cuba. Esta cometiendo doble estándar, igual que Pinochet. Si mas aún, como en este caso, esto se refiere a los demócratas cristianos que luchan por la democracia en Cuba, esto constituye una falta de solidaridad democrática.

Equivale, guardando las proporciones a cuando un pinochetista nos justifica los atropellos a los derechos humanos y se muestra dispuesto a repetirlo, en la práctica constituye una amenaza de tortura y crimen. Especialmente para aquellos que fuimos victimas.

Este es un punto determinante para probarnos a nosotros mismo si hemos aprendido las lecciones de la dictadura de Pinochet. De verdad valoramos los derechos humanos y estamos dispuestos a cambiar nuestros sistemas de enseñanza, para evitar que las futuras generaciones vivan los horrores del pasado; estamos dispuestos a asumir la verdad y la justicia respecto de todo lo que paso en Chile. Y si es así con mayor razón marcar nuestra política exterior con este contenido central de lo mejor de nuestra transición democrática. Como dice el dicho ”lo cortes no quita lo valiente”.

Algunos critican, porque no se dijo esto cuando Bachelet visitó China. Y es cierto, yo en lo personal eche de menos algún comentario crítico sobre la situación de DDHH en China especialmente por el caso del Tíbet. La política exterior de occidente esta marcada por los intereses económicos por encima de los valores democráticos. Y en ese caso Chile además encabezó las visitas. Pero ese error en ningún caso justifica el que lo repitamos. Se equivoca en el enfoque el diputado Henríquez Ominami, razona mal en la forma y en el fondo.

Esto lo digo como partidario y activo gestor de la campaña y el triunfo de M. Bachelet, pues ademas tuve el honor de servir en su gobierno. Pero esta es una materia de principios para nosotros muy delicada.

Esta convicción se basa en un hecho histórico: La doctrina de los Derechos Humanos es uno de los principales aportes de los demócratas cristianos en la política chilena. En general la izquierda chilena comenzó un proceso de valoración de los derechos humanos y de la democracia como consecuencia del golpe militar de 1973. Este proceso de renovación constituyó un elemento clave en la unidad de las fuerzas contrarias a la dictadura de Pinochet y de la constitución de la concertación de partidos por la democracia, y por tanto de los gobiernos de la concertación.

Para la DC constituye uno de sus elementos de identidad de origen. No es casualidad que el mismo Jaques Maritain haya participado en la redacción del documento de acuerdo de Naciones Unidas: La Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1945. Quizás el principal aporte de Naciones Unidad a la humanidad.

Cabe recordar por último, el debate surgido con respecto a Pinochet cuando fue detenido en Londres y en Chile se alzaron voces para sostener la defensa del general en base a la defensa de la soberanía. Muchos nos sorprendimos, pues hacia pocos años un grupo de parlamentarios y militantes DC presentamos una acusación constitucional postulando que la permanencia de Pinochet ponía en cuestión el honor y la soberanía del estado de Chile. Esta como todos ustedes saben fue rechazada con votos de una parte de la concertación en la Cámara de Diputados.

Pero cuando Pinochet fue detenido en Londres la cuestión de los derechos humanos versus la soberanía del estado, para la doctrina de los derechos humanos estaba clara, estos son anteriores al estado, de hecho los derechos humanos son la principal defensa de las personas frente al poder del estado. Esta diferencia “doctrinaria respecto de la justificación del Gobierno de Frei y del Canciller Insulza fue muy importante en dicho debate”. Yo perdí las votaciones en el Consejo Nacional de la DC, frente a la conducta del gobierno en ese caso, pero en el debate acerca del tema nunca fui contradicho en el fondo.

Esta es una crítica leal al gobierno, un desacuerdo basado en una materia de principios muy importante para los DC. Sé muy bien, que la gran mayoría de los militantes políticos de izquierda comparten nuestra vocación por la defensa de estos derechos, solo les pido a los que aun tienen dudas, consecuencia respecto de las lecciones de nuestra historia común.

Este es un emplazamiento claro, como en tiempos de Pinochet la opción es clara: Democracia o dictadura, acá no caben medias tintas.

Y solidaridad con los demócratas cubanos que son perseguidos por causa de la justicia; solidaridad con los demócratas cristianos cubanos que luchan por la democracia.

Un fraternal saludo a nuestros camaradas presos de conciencia en Cuba y en especial Oswaldo Payá.

 

Humberto Burotto Guevara

Socilogo

Ex presidente Fech

Ex Consejerto Nacional DC

Ex Gobernador de San Antonio

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

A propósito del Viaje de Estado de la presidenta Pinochet a Cuba, mi amigo, camarada DC y colega periodista Senén Conejeros publicaba un artículo en su blog "Las cosas por su nombre" en el que afirma que Estados Unidos cumple 50 años de fracaso en Cuba.

¿50 AÑOS DE FRACASOS DE ESTADOS UNIDOS EN CUBA?

La verdad es que el último fracaso de Estados Unidos en Cuba fue la frustrada invasión de Bahía Cochinos.
Después, el régimen de Castro pasó a ser enteramente funcional a los intereses imperialistas norteamericanos en la región latinoamericana.
La existencia del Castrismo significó para el Pentágono y la CIA la justificación precisa para disponer de una licencia amplia para intervenir política y militarmente en los asuntos internos de cada país de la Región.
Y no sólo, además la “excusa cubana” favoreció las arcas fiscales y privadas de los Estados Unidos a través del desarrollo de la industria militar y armamentista que inundó con sus productos y “servicios” toda Latinoamérica. Fidel Castro fue un negocio redondo para los yanquis.
No advertir este “tongo” histórico ahora, después de la invasión a Panamá y de la intervención militar estadounidense en diversas partes del mundo, es pecar de una inmensa ingenuidad, más aun cuando el Hermano mayor, la URSS, dejó de “proteger” al régimen isleño ya hace 20 años.
En síntesis, los vasos comunicantes de los que nos hablaba Carlos Altamirano en las postrimerías del gobierno de la Unidad Popular, funcionaron a la perfección entre los “halcones” de los EEUU y los “verde Oliva” de La Habana. Si hasta la imagen del “Che” tiene todo el perfume de marketing gringo.
Hoy, con Obama, es posible esperar una verdadera operación de desmontaje del régimen castrista, levantando el embargo económico - medida ineficaz que ha servido más bien como catalizador de la “disciplina” en la isla - y poniendo atención de una vez por todas a la heroica lucha pacífica y democrática de los disidentes internos, liderados por Oswaldo Payá del Movimiento Cristiano Liberación.
Giacomo Marasso
Periodista
Presidente Provincial Santiago Centro Oriente
Partido Demócrata Cristiano
Chile