Sobre el golpe en Honduras... ES CIERTO

Es cierto, los golpes de estado no le convienen a la región ni al hemisferio y el Presidente Zelaya con el apoyo de la ONU y de la OEA debe de ser restituido. Pero ojo…eso no solo es lo idóneo. Debemos enfrentar la realidad de que no hemos hecho lo suficiente para proteger nuestras democracias. La Carta democrática debe de modificarse, de manera tal, que no solo se respalde en ella a los que son elegidos, sino también exigirles a los que son elegidos, que respeten las normas democráticas. Y algo más, es necesario impulsar una DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LA DEMOCRACIA EN NACIONES UNIDAS, TAL Y COMO LO HA VENIDO PROPONIENDO EL PROYECTO EDUCAR PARA LA DEMOCRACIA desde el año 2002. No se vale ganar unas elecciones democráticamente para buscar luego gobernar de manera autoritaria.

En los países que tienen espacios políticos donde se encuentra todavía el poder de los militares, como lo es en Honduras, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador (hay otros ejemplos similares en otros lugares de África, Asia y Medio Oriente), las democracias no se han consolidado. En otras palabras, mientras los militares tengan espacios políticos, esas democracias todavía son incipientes o emergentes, no importa si en ellos se inició el proceso democrático en un momento dado. El peligro de un verdadero retroceso de la democracia, lo estamos viendo en América Latina, en donde algunos políticos están aprovechándose de ella en busca del autoritarismo.

Recuerden que Hitler ganó unas elecciones en 1932 y aunque no tuvo la mayoría absoluta en las elecciones, logró el poder por medio de grupos conservadores. Después, liquidó la democracia prohibió todos los partidos a excepción del nazi, y más tarde reforzó su posición personal haciendo ejecutar a los que se le oponían en el seno de su propio partido; esto de acuerdo a una biografía de este personaje. ¿Recuerdan lo que promovía el nazismo? Nacional-socialismo. . ¿No encuentran algunas similitudes con la realidad de algunos países de América Latina? ¿No le han empezado a llamar a eso, el socialismo del siglo XXI?

Por Ricardo Vilchez Navamuel