09/07/09
"los mexicanos que votamos nos hemos
pronunciado en favor de la democracia"
Felipe Calderón Hinojosa
Han pasado 5 días desde las elecciones intermedias y el polvo de la confrontación y la lucha electoral ha comenzado a asentarse, dejando tras de sí la conformación de un nuevo mapa político en México. A estas alturas, cuando ya contamos con resultados definitivos en la práctica total del país, vale la pena detenernos un poco y analizar cuáles son las lecciones que nos ha dejado la jornada del 5 de julio, que, a su vez, abre las puertas para la lucha por la Presidencia que tendrá lugar en el 2012.
De entrada salta a la vista el triunfo aplastante del PRI, tanto en la Cámara de Diputados, como en las elecciones a Gobernador. El tricolor, junto con su aliado el PVEM, ha obtenido cerca de 15 millones de votos, ganando 187 de los 300 distritos de mayoría y consiguiendo, una vez sumados los plurinominales, alrededor de 260 diputados, por lo que tendrán el control de la cámara baja (la primera vez que esto ocurre desde 1994)
Los triunfos del PRI le permitirán a este partido ocupar el lugar protagónico dentro del debate político nacional en los 3 años por venir, pero no significan, ni mucho menos, que esté asegurado su regreso a la Presidencia de la República. El escenario actual es muy similar al que se presentó tras las elecciones intermedias del 2003 y, a pesar de ello, al llegar los comicios generales, el Revolucionario Institucional se vio reducido a un amargo 3 lugar, desplazado por el aumento en la popularidad de López Obrador y los conflictos internos, atizados tras el lanzamiento del invendible Roberto Madrazo como candidato presidencial.
Ciertamente, los resultados del 5 de julio han ratificado el papel del Revolucionario Institucional como el único partido político que verdaderamente cuenta con alcance nacional, pero, aún así, falta por ver si los priístas pueden dejar de lado sus viejas rencillas y unirse bajo la candidatura de Peña Nieto, quien, de entrada, hizo muy bien la tarea en el Estado de México, ganando casi todos los distritos de su entidad y destrozando el bastión panista en el llamado corredor azul (conformado por Naucalpan, Cuatitlán y Tlalnepantla, principalmente).
Para el PAN la elección estuvo marcada por derrotas de gran peso simbólico, como la ya citada en el Estado de México, a la que se suman las ocurridas en San Luis Potosí y Querétaro, así como en la zona metropolitana de Guadalajara, cuyos 4 municipios pasaron a manos priístas. En total, Acción Nacional pasará de tener 206 a 147 diputados, convirtiéndose en un muy lejano segundo lugar dentro de la Cámara.
De entre las cenizas de la debacle panista se salvan el triunfo en Sonora (provocado directamente por el incendio en la guardería "ABC" y el manejo que al hecho dio el gobernador Bours) y los avances registrados en el Distrito Federal, donde ganó una nueva delegación (Cuajimalpa), conservó las dos que ya tenía (Miguel Hidalgo y Benito Juárez) y llegó a 9 representantes de mayoría dentro de la Asamblea Legislativa. También, menos espectacular, pero igualmente interesante, es la consolidación de Chiapas como una cabeza de playa del PAN en el sur del país, obteniendo el primer lugar en votos, así como 4 de los 12 distritos federales en disputa.
Al desastre siguió, como era de esperarse, la renuncia de Germán Martínez a la dirigencia nacional del PAN, pero el simple hecho de "cortar cabezas" no será suficiente para resolver la crisis que afecta al oficialismo y que le impidió capitalizar en las urnas la indiscutible popularidad del gobierno federal. En muchos casos, como el de San Luis Potosí o el de Guadalajara, la derrota del blanquiazul no se debió a factores externos, sino, por inicio de cuentas, a la propia división existente al interior del partido como consecuencia de las pugnas entre los distintos liderazgos.
Como acertadamente señala el ex líder panista, Manuel Espino, el PAN "ha perdido principios, valores, visión de causa… es un partido que ahora le ha apostado más a los números que a los valores. Le ha apostado más a la coyuntura que al destino". En todo ello está la causa primaria de los malos resultados electorales, lo demás son tan solo síntomas
Durante el sexenio pasado, en circunstancias relativamente similares, los blanquiazules tuvieron de su lado la terca demencia de Obrador y la evidente inmoralidad de Madrazo para regresar a la preferencia de los electores, pero todo hace indicar que esta vez no tendrán tanta suerte. Si el PAN quiere ser una opción real para el 2012 necesita llevar a cabo una profunda autocrítica y un diagnóstico que le permita redescubrir su identidad y reafirmarse como una verdadera alternativa democrática.
Por su parte, el PRD sufrió las esperadas consecuencias del enfrentamiento de su dirigencia con Andrés Manuel López Obrador. En lo que se reveló como una ecuación de "perder-perder" ambos sectores de la izquierda mexicana obtuvieron resultados terribles. El sol azteca consiguió apenas el 12.2% de los votos, que le alcanzarán para contar con 72 diputados en la próxima legislatura, es decir, 54 menos de los que tiene actualmente.
Igualmente desafortunado, el Obradorismo, agrupado en el PT y en Convergencia obtuvo apenas el 6% de los votos, consiguiendo apenas 15 diputados, de los cuales tan solo 3 son de mayoría. Estos resultados confirman el ocaso de la figura de Andrés Manuel y abren la puerta para que Marcelo Ebrard comience las maniobras que le permitan deshacerse de la influencia de su expadrino e impulsar su propia apuesta con miras a las elecciones presidenciales.
Vale señalar también el caso de Rafael Acosta, candidato del PT a la jefatura delegacional en Iztapalapa, a quien Obrador puso como trampolín para imponer en la Delegación a Clara Brugada. Este pintoresco personaje, mejor conocido como "Juanito", ambulante, actor de cine de ficheras y porro profesional encarna en sí la afirmación del ridículo y de lo grotesco, características que parecen haberse convertido en la definición de nuestro sistema político.
Finalmente destaca el crecimiento del PVEM en muchos estados del país, gracias, en buena parte, a sus propuestas de pena de muerte, vales por educación y vales para medicinas, que lograron calar hondo en los votantes, contrariamente a lo ocurrido con el PSD, cuyos proyectos de impulsar el aborto y legalizar el consumo de drogas cayeron en oídos sordos, por fortuna.
Al final del día, en el recuento de los daños estas elecciones intermedias significan un duro golpe para la Administración Calderón, que se verá forzada a negociar con un PRI fortalecido por su mayoría legislativa, en momentos en que las finanzas públicas se han visto seriamente afectadas por los efectos de la crisis económica.
Representan además el arranque de la campaña rumbo a la Presidencia de la República, con todo lo que eso implica. En los meses por venir empezaremos a ser cortejados por las propuestas de los "suspirantes" en todos los partidos políticos y entonces, al igual que este 5 de julio, la decisión de qué rumbo queremos para el país estará en nuestras manos. Nosotros tendremos el poder… y las consecuencias.
garibaycamarena@hotmail.com www.sinmediastintas.org
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