UNA REFORMA POLÍTICA INTEGRAL PARA CHILE

Hace unos días atrás, conocimos una propuesta que presentará el Ejecutivo, recogiendo el trabajo de dos instituciones, para legislar sobre primarias para todos los partidos en Chile, donde pudieran concurrir estos voluntariamente para presentar sus pre-candidatos a Concejal, Alcalde, Diputado, Senador y Presidente de la República. Si bien la idea me parece interesante, debo señalar que esta no es nueva.

En octubre de 2007, en el V Congreso Ideológico de la Democracia Cristiana, se acordó una idea similar. En aquella oportunidad, propusimos en el punto 134 de nuestro documento; “Promovemos elecciones primarias obligatorias y simultáneas para elegir candidatos de representación popular en todos los partidos”. Además señalamos “que impulsaremos una nueva Ley Orgánica Constitucional de los Partidos Políticos, que entre otros incluya la obligatoriedad del principio y práctica democrática en su interior, la tarea de formación política y ciudadana, el debido financiamiento de los partidos, la limitación de la reelección de los cargos de elección popular y estatuir que los cargos de representación popular pertenecen a los partidos”.

Esta propuesta fue hecha en un contexto mayor, el de una reforma estructural al sistema político chileno, el cual diversos sectores han reconocido que presenta importantes signos de agotamiento, expresado fundamentalmente en la desafección que la ciudadanía tiene de la política y en conductas inexplicables que se puede ver hoy en algunos miembros de nuestra clase política.

En el V Congreso Ideológico de la DC propusimos una reforma integral, la que se resumiría en los siguientes puntos:

1. El perfeccionamiento y la profundización de la democracia chilena, la que requiere de mejores instituciones, mayor participación, descentralización del poder, por lo cual es indispensable una nueva Constitución, todo esto en la idea de proceso. En este contexto postulamos un Estado Democrático y Social de Derecho.

2. Asumimos que el actual sistema electoral mantiene un equilibrio artificial y está lejos de la proporcionalidad de las democracias de alta intensidad, por lo que se debe tender a un sistema electoral proporcional corregido. 

3. Proponemos un régimen unicameral que representa mejor la soberanía popular. Una sola Cámara para un nuevo Chile asegura el equilibrio de los poderes. Esta decisión debe ir acompañada de mecanismos que permitan mayor eficiencia, calidad legislativa y de fiscalización y la rendición de cuentas como una obligación institucional.

4. En esta misma línea, en aquella oportunidad planteamos la necesidad de concurrir a un régimen semi presidencial.

5. Acordamos la creación de un Consejo Económico-Social y un proceso de descentralización gradual y ascendente.

Como se puede ver, hemos propuesto un cambio profundo al sistema político, por lo que sin lugar a dudas apoyaremos este nuevo impulso que se le da a las elecciones primarias.Creemos que es un primer paso.

Sin embargo, esta iniciativa debe darse en un contexto de una gran reforma estructural, que nos permita salir del letargo y estancamiento en que se encuentra la política hoy. Esta gran reforma política que planteamos sería el motor de despegue para el salto al desarrollo que Chile como País emergente requiere. 

Soledad Alvear

Senadora