El secretario general de
Con motivo del Día Internacional de los Migrantes, el secretario general de
En diciembre del año 2000,
Ban instó a los países que todavía no lo han hecho a que ratifiquen
En un mensaje difundido este viernes, Ban además criticó la reducción de las oportunidades para la migración regular, la creciente discriminación derivada del incremento del desempleo y el recrudecimiento de las políticas de polarización sobre el tema.
El secretario general también advirtió sobre los derechos de decenas de millones de migrantes que se encuentran en situación irregular y se les niega la protección laboral básica, las garantías procesales, la seguridad personal y los servicios de salud.
Debemos cooperar para el desarrollo de directrices de apoyo y medidas para el beneficio de los emigrantes", dijo
Ban Ki-Moon declaró que gracia a los foros celebrados en Bruselas y en Manila en 2007 y 2008, bajo el auspicio de
Subrayó que actualmente hay 214 millones de emigrantes en el mundo y que la emigración "ayuda a las sociedades a mejorar" debido a que esa población aporta ingresos a los países de origen y llena espacios de trabajo en los países de destino.
Advirtió de los peligros de tensión social, discriminación y odio hacia los emigrantes y subrayó que la importancia de la emigración no se ha entendido aún ni sus derechos son completamente respetados.
También prometió que será aclarada, hasta sus últimas consecuencias, la matanza de 72 emigrantes brasileños, ecuatorianos, hondureños y salvadoreños que fue en México, el 25 de agosto pasado en Tamaulipas. Recordó que varias de las personas que participaron han sido detenidas. Previamente, el relator de las Naciones Unidas para las Migraciones, el mexicano Jorge Bustamante, pidió a México una explicación de la masacre.
En un mensaje difundido este viernes, Ban además criticó la reducción de las oportunidades para la migración regular, la creciente discriminación derivada del incremento del desempleo y el recrudecimiento de las políticas de polarización sobre el tema.
Mientras que para muchos la migración es una experiencia positiva y fortalecedora, otros persisten en las violaciones de los derechos humanos, la xenofobia y la explotación”, precisa el mensaje.
Europa, por lo tanto, es ya deudora de los inmigrantes, un motivo más para respetarles en su dignidad de personas, tutelando los derechos humanos y laborales», tales como «el justo salario», «los beneficios sociales», «con la participación activa en la vida social, cultural y política»
Lla importancia del «principio de reciprocidad» entendido no como una «actitud puramente reivindicativa», «sino como relación fundada sobre el respeto recíproco y sobre la justicia en el tratamiento jurídico-religioso».
La cultura de los inmigrantes igualmente ha de ser respetada y aceptada –no sólo tolerada-, «con tal de que no vaya contra los valores éticos universales, los derechos humanos fundamentales y las leyes legítimas del país de acogida, sabido que apertura a las diversas identidades.
Es decir, considerar a
Si bien es cierto que se trataba de una actividad ilegal, no lo es menos que
Al emigrante solo se lo considera como un símbolo de remesas y no se analiza su situación humana: el emigrante se encuentra en otros países desprotegido, explotado en su mano de obra, violentado en sus derechos humanos, con un pago mínimo por su trabajo; pero son ellos, con sus remesas, quienes de alguna forma sostienen la economía nacional. Además, existe mano de obra calificada que está inmersa en los países receptores; ellos, de alguna manera, deben reconocer esta incorporación a su aparato productivo y no incentivar políticas antiemigrantes:
Las autoridades tienen el deber ineludible de desarrollar un trato de sensibilidad y de respeto en su interacción con la población de inmigrantes que, por lo general, se mantiene en un estado de subsistencia de extrema precariedad, de indefensión social o incluso se mueven en la marginalidad de lo legal. Lo último que necesita el País, en estos momentos de tanta fragilidad social, es que a los prejuicios y las desigualdades que ya padecemos, se añada el lastre de la xenofobia, a la que hay que combatir en cada situación en que se manifiesta y en distintos frentes.
ABEL REYES TELLEZ
PRESIDENTE NACIONAL
PARTIDO SOCIAL CRISTIANO NICARAGUENSE
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