CUANDO PASE EL TEMBLOR, LA TRANSICIÓN EN MÉXICO Y EN EGIPTO

Cuando pase el temblor, la transición en México y en Egipto

Por: Gerardo enrique Garibay camarena

Febrero 20, 2011

 

Este 18 de febrero miles de personas tomaron nuevamente la plaza Tahrir, en El Cairo, ya no para protestar, sino para festejar el éxito del movimiento que, en menos de un mes derrotó a un régimen que se había extendido durante 30 años y, aunque todos nos alegramos junto con el pueblo egipcio por esta victoria, no podemos ignorar que lo mas difícil esta todavía por venir.

 

La salida de Mubarak era un paso necesario, pero tan solo eso, un paso, para lograr la democratización de Egipto, porque, como la historia nos lo recuerda en innumerables ocasiones, no basta con la caída del tirano, sino que es necesario reformar las estructuras de poder que hicieron posible su dominio.

 

Toda proporción guardada, un fenómeno similar ha ocurrido a lo largo de la ultima década en nuestro país.

 

Aún recuerdo aquella porra que resonaba en la explanada del recién inaugurado edificio del Comité Ejecutivo Nacional del PAN la noche del dos de julio del 2000, tras la victoria de Vicente Fox, y cuya alegría compartimos millones de mexicanos en todos los rincones de la nación: "arriba, abajo, el PRI se va al carajo".  Más que una porra, era la traducción del sentimiento de gran parte del país, que vio en la derrota de Labastida el final de la dictablanda que a lo largo de 70 años había sometido a México.

 

Sin embargo, ahora en el 2011, el PRI simplemente no acaba de irse y, en cambio, lo que se ha ido al carajo han sido vastas regiones del país, bajo el peso de la violencia provocada por el narcotráfico, en medio de una lastimosa parálisis legislativa y del embrutecimiento de la actividad política.

 

A la vista de este escenario, la regresión ha pasado de ser un turbio fantasma a una amenazadora realidad, aderezada por la singular alegría con que panistas y perredistas han emulado los vicios y costumbres de sus odiados rivales del tricolor.

 

Y es que, al igual que ocurrirá en Egipto, en México la alternancia en el gobierno ha sido tan solo el primer paso y ahora debemos dar el siguiente, antes de que los dinosaurios regresen al poder. Es necesario no solo transformar el marco jurídico a partir las tan famosas reformas estructurales, sino abandonar las prácticas del priato.

  

Debemos construir y fortalecer nuevos contrapesos políticos e instituciones que canalicen la fuerza de lo sociedad para hacer posibles los grandes cambios que reclama el país.

 

Además necesitamos presionar para que organismos como el IFE y los consejos ciudadanos sean verdaderamente espacios para ciudadanía y no simplemente grupos de notables al servicio de la partidocracia. Dicho de otro modo, no basta con derrotar al rival en su propio juego, hay que dejar de jugarlo.

 

Por lo pronto, los egipcios están en una posición similar a la que tuvimos nosotros hace 11 años y solo el tiempo dirá si la caída de Mubarak realmente sirvió para formar un gobierno mejor. Allá, igual que aquí, Habrá que esperar a que pase el temblor.

 

garibaycamarena@hotmail.com                                  www.sinmediastintas.org