POR José Dávila Membreño
Roberto Cajina, un gran abrazo, y ahora que veo todas estas coincidencias vienen a mi mente aquellas luchas en que vos como movimiento cristiano y nosotros como socialcristianos y toda la gente democrática luchábamos contra Somoza, para abrir un nuevo camino para la Patria. Tu artículo me parece magnífico, muy claro y muy realista, de eso se trata esta lucha. Hoy 3-4 décadas después parece que estamos en la misma, o sea en la lucha por ese tesoro humano que son las libertades públicas, que es lo que a uno lo hace sentirse digno como persona humana, y en disposición de desarrollar capacidades para el bien común de todos los ciudadanos, sin exclusión alguna, y en un ambiente de paz y fraternal convivencia. Me parece que esta nueva dinastía que se quiere imponer, que normalmente se basan en el enriquecimiento de los amigos y cúpula incondicional, restricción de las libertades, demagogia con los pobres, alianzas contra natura, disfrute del poder y la codicia (toda una perversión del sano ejercicio de la política), va para largo en Nicaragua si no se comienza a construir un verdadero muro de contención o de contrapeso.
Como al FSLN "se le pasó la mano" con el fraude, y se agregó un 22% más de lo que tal vez tenían, quedará como un estado absolutista y de poder y control total de la hoy agonizante institucionalidad democrática, por la que se lucha desde hace muchas décadas con un saldo humano muy doloroso. Se viene un problema, pues como ahora habrá un control del estado a lo Luis XIV, el FSLN prepara una ofensiva de "disimular" esto, y buscará gente para hacer la mueca de pluralismo y se viene el gran peligro del Neozancudismo, pues ahora que ya han dado una gran paso para la nueva dinastía, si pueden cambiar funcionarios en los poderes, distribuir cargos en la Asamblea, buscar socios para un nuevo pacto, etc. etc. todo lo harán sin perder el control absoluto que les dio este fraude descomunal. Pero, ¿Qué deben hacer los partidos democráticos, sobre todo la gente y partidos alrededor del PLI (sobre todo con el componente antipacto)?, no podrán rechazar las curules, no podrán rechazar los diálogos a los que se va a llamar, no podrán negarse participar en la política mientras esté este gobierno de facto, y es aquí el desafío que permita diseñar una estrategia inteligente para no caer en el zancudismo ni en el colaboracionismo ni en nada que pueda legitimar a este gobierno de facto, pero a la vez no nos detenga en seguir luchando por la democracia, no caer en el aislacionismo ni en la apatía, mucho caer en cosas que impliquen un mensaje a los ciudadanos de que "ya no hay nada que hacer". Hay que prepararse a diseñar esta estrategia inteligente, hay que comenzar por ejemplo con la convocatoria a una especie de Asamblea Nacional por la Defensa de la Democracia (encerrona en algún lugar), en que 100, 150 dirigentes de todos los partidos y movimientos democráticos, sociedad civil, empresarios, sindicalistas, personalidades, académicos, iglesias, etc. se constituyan en una instancia de diálogo o espacio de encuentro para dar seguimiento a la defensa de la democracia y las libertades en Nicaragua. La base de arranque podría ser mínima, por ejemplo, rechazo al fraude, demanda de restablecer el estado de derecho, nuevas elecciones, llamados a la OEA, a la Unión Europea a apoyar la democracia en Nicaragua, revisión de las actas, etc, escoger 3, 4 puntos de estos y suscribirlos como la base mínima común, y a partir de ahí ir construyendo la estrategia para salvar la democracia. No sé, algo espera la comunidad internacional, los miles y miles de amigos de Nicaragua fuera del país, aquí no hay que enterrar la esperanza, al FSLN "se le pasó la mano" con este fraude, y deben responder al enredo en que se metieron, al burlarse de un pueblo, que lo que ha sido es víctima de una estrategia perversa para conservar el poder, en base a la manipulación e hipoteca de la dignidad de los más pobres, de facilitar los negocios al gran capital (que espero esté reflexionando seriamente), de atacar a los gringos, pero ser cuates del FMI, de aparecer con alianzas contra natura, de manipular cifras macroeconómicas neoliberales, mientras la pobreza de fondo sigue, de aprovechar partidariamente la ayuda de Venezuela (aporte chavista expansionista), de decir una cosa y hacer otra, hasta de estar invocando a Dios y a la Virgen en asquerosa manipulación y confusión, en fín, una estrategia de poder rara, original, mezclada y perversa.Yo me resisto a pensar que los nicaragüenses nos desmoralicemos con este gigantesco fraude y con este absolutismo que lograron. Creo que se inicia un nuevo ciclo de lucha, en que los dirigentes deben ser lúcidos para contrarrestar al grupo Ortega, y no renunciar a que un día exista en Nicaragua una democracia con justicia, equidad, progreso para todos, pero sobre todo que exista la libertad y la dignidad del ser humano, único centro de la acción política que todos debemos tener como guía para un mundo mejor.
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