Hace unos días mencioné en Infoanálisis que, a pesar de la imagen popular que se ha vendido, Ernesto ‘Ché’ Guevara era un sanguinario asesino. Las críticas de los fanáticos del médico comunista argentino –cubano no se hicieron esperar. Hasta cartas llenas de poesía y enojo recibí. Lamentablemente para los que han comprado el producto de la propaganda comunista cubana bajo el logo en alto contraste de la foto de Korda, el personaje romántico que se le ha vendido a muchos no corresponde con toda la verdad histórica. A Ernesto ‘Ché’ Guevara le gustaba la guerra y le aburría la paz, por eso planteó el ‘foquismo’ que no era otra cosas que incendiar América con focos guerrilleros comunistas y por eso no se quedó en Cuba atendiendo enfermos –era médico- sino que se fue a inventar otras guerras; no sin antes ser jefe de la cárcel de La Cabaña en donde fusila, luego de juicios sumarísimos, a unas 550 personas. Estos prisioneros fusilados no eran únicamente bastitanos sino también antiguos camaradas de armas como el Comandante del Segundo Frente Nacional del Escambray, Jesús Carreras Zayas y otros que se opusieron a que la revolución cubana fuera secuestrada por el comunismo. La opinión personal de Guevara sobre los fusilamientos fue expuesta públicamente ante las Naciones Unidas el 11 de diciembre de 1964:
‘Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte.’
En contraste con Guevara, la izquierda de América Latina ha producido otra figura que sí debiera ser objeto de posters, camisetas y respeto: Luis Ignacio Lula Da Silva, ex presidente de Brasil. Lula es un luchador social surgido de los sindicatos metalúrgicos que llegó a la Presidencia del Brasil luego de cuatro intentos, siempre utilizando la vía democrática y que cuando la obtuvo, logró sacar de la pobreza a 30 millones de brasileros durante su gestión. Lo hizo en paz y conciliando a toda su nación, lo hizo con enorme sensibilidad social y una gran responsabilidad fiscal. Lo hizo mientras elevaba al Brasil a nivel de potencia mundial.
En una de sus campañas un periodista le espetó a Lula ‘¿Es verdad que usted es marxista leninista?’ y Lula contestó: ‘No, no…yo soy tornero mecánico.’ Pues ese tornero mecánico ha logrado más por los pobres de América que todas las guerrillas inspiradas por el marxista –leninista del poster de Korda.
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