Manuel Gómez Granados
Director General
IMDOSOC
El 6 de julio se celebraron elecciones en Nayarit, es la primera ocasión que se realizan comicios con la nueva legislación electoral. En ese proceso, surgieron varios elementos que nos dan luz sobre lo que probablemente viviremos el próximo año durante las elecciones federales.
Resultó evidente que al disminuir los spots en los medios electrónicos, por la prohibición a particulares y partidos para contratar propaganda en radio y TV, se redujo el tiempo efectivo de campaña en los medios locales y se generó un fenómeno preocupante, que se puede repetir en 2009: la transformación de las campañas negras en guerras de lodo vía Internet y medios impresos.
En el portal youtube.com aparecieron mensajes atacando a Roberto Sandoval candidato priísta a la presidencia municipal de Tepic —que a la postre resultó vencedor—, que fueron subidos por usuarios no identificados y que reeditan escenas de películas en las que se suplantan voces e imágenes para dar la idea de que se trata de un personaje corrupto, inepto e ignorante. Lo sorprendente es que la gran mayoría de los comentarios de los cibernautas a estos “mensajes” son positivos, felicitan a sus creadores y opinan que “se deberían publicitar más este tipo de cosas”.
Es grave porque ya no importa la veracidad o falsedad del contenido de estos mensajes, pues parece que impera la impunidad ante calumnias y difamaciones. Además, es importante reflexionar sobre los riesgos a que estaremos expuestos en 2009, por el probable bombardeo de mensajes cibernéticos, ya que estos instrumentos son cada vez más socorridos para denostar, lanzar insultos y difamar.
El resultado puede ser el fenómeno tracker, en el que jóvenes son contratados por los partidos para grabar adversarios políticos en situaciones comprometedoras y subir ese material a la red. Sería una feroz batalla mediática en la que, las quejas por la supuesta labor de espionaje del Cisen parecerán cosa de niños… los partidos saben que los ciudadanos pierden el interés en las campañas cuando no existe la provocación y el ataque entre contrincantes, por eso dicen “que hablen de mí, aunque sea bien, pero si es en un escándalo mejor”.
Es loable que la nueva legislación busque que los partidos hagan campaña sustentando propuestas concretas de gobierno y proyectos viables de solución a problemas del país, pero la lucha política es más que eso, es aplicarle pasión a lo que se defiende, es señalamiento de carencias y errores del adversario, exposición de virtudes y capacidades propias e incluso, la denuncia fundada de pasados o presentes turbios. Como dice el refrán “nada se ha construido sin pasión”.
Tal como está la legislación y según las preferencias del electorado, recogidas en la última encuesta de Mitofsky, podemos inferir de qué lado podrían venir la mayor parte de ataques personales cibernéticos:
Si las elecciones fueran en estos momentos, es muy probable que el PRI ganara la mayoría de las curules en
El PRD se ha derrumbado, apenas alcanza 13% de aceptación, y los partidos pequeños —PVEM, Panal, Convergencia, PT y Socialdemócrata— no obtendrían en estos momentos más del 3% entre todos, con lo que su registro correría un enorme riesgo.
Esta última circunstancia, sumada al hecho de que
En este contexto, la guerra de lodo que se avecina y de la cual ya tuvimos una probadita en Nayarit, no debe ser factor para alimentar mayores enconos. Al contrario, sería conveniente que partidos y ciudadanos comprendamos que el fin es construir la paz y conocer las distintas ofertas políticas, las propuestas y proyectos, sin caer en la tentación de la politiquería o el ataque, de lo cual muchos ya estamos hartos.
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