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"El pueblo eligió a la presidenta por más del 40%, ¿de qué se quejan?"

Con un marcado acento alemán, el director de la Fundación Konrad Adenauer en la Argentina, Christoph Korneli, analizó la realidad política de Argentina y el dinamismo de las relaciones internacionales en una charla con DIARIO DE CUYO.


La Konrad Adenauer es una asociación civil de Alemania que trabaja con el objetivo de fortalecer la democracia en todo el mundo, en más de 60 países y con más de 100 programas diferentes. Korneli vino a presentar el libro "Las manos en la data".



-En Argentina imaginarse algo parecido al funcionamiento de la Konrad Adenauer, es decir, partidos políticos afrontando tareas institucionales, sería muy distinto ¿Cómo se consigue eso en Alemania?


-En Alemania tenemos una democracia bastante madura, que pasó dos pruebas muy fuertes, primero la recuperación tras la Primera Guerra Mundial y la segunda, la transición tras la caída del muro. Entonces, esto es posible con un consenso, de las bases de las reglas políticas, democráticas y de la economía social del mercado.



-¿Cómo está viendo las democracias latinoamericanas y especialmente a la Argentina?


-Las democracias en Latinoamérica son mucho más jóvenes. Es muy distinto. En la Argentina me parece un éxito muy importante de este país el mantenimiento de la democracia y la buena vista que la mayoría de la gente tiene del sistema, con toda la crítica. Falta mucho en el desarrollo de las instituciones, en el desarrollo de los contenidos de la democracia.



-¿Puede puntualizar algún punto donde hace falta avance?


-Democracia no es solamente un Estado que tiene una estructura democrática con las instituciones, también la democracia tiene la participación de la gente y de la representación democrática, y esto en algunos puntos falta mucho. Estamos en una tarea que no vamos a cambiar el mundo hoy o mañana, es una tarea a largo plazo, pero me parece que estamos en un país en pleno aprendizaje, con sus altas y bajas, pero que está en el camino.



-¿La participación es una materia más pendiente de la sociedad o de las instituciones?


-De ambos lados. No sólo el Estado sino la sociedad civil tiene que encargarse de potenciar su participación, el acceso a la información, acceso a la Justicia, acceso al agua limpia y todas estas cosas de la vida cotidiana.



-¿El argentino aprende de su historia?


-Me parece que este país perdió un poquito tiempo, y la sociedad que está cambiando muy rápido ya está acostumbrada a un sistema que fue demasiado largo y que no tuvo suficientes avances. Es mi impresión personal, porque veo asociaciones sociales muy activas pero en la práctica andan poco. La gente si tiene un tema que lo afecta personalmente, está dispuesta y es casi hincha, pero sino no tiene interés sobre el bien común.



-¿Eso ocurre porque la dirigencia política no sintoniza la misma frecuencia que la ciudadanía o la ciudadanía va más rápido que la dirigencia política, o cuál es su diagnóstico?


-Prefiero siempre respuestas positivas. La clase política es el resultado de la educación que recibieron, y todavía falta mucho, hay cultura política, pero la calidad... Muchas veces se olvidaron del largo plazo. No quiero decir que este país no tiene nada, tiene un potencial increíble y falta poco, pero las pocas cosas que faltan son esenciales.



-Se dice que terminar con la corrupción es una de las materias pendientes de la democracia ¿usted lo cree así?


-Corrupción hay en todo el mundo, el efecto que tiene la corrupción en uno o otro sistema estatal o político depende de la calidad de la corrupción. Si un sistema tiene muchas puertas abiertas, tal vez sea más grande la corrupción.



-Usted vive hace años en la Argentina, ¿hace alguna diferencia entre el sistema político nacional y el de las provincias?


-Sí. Ambos tienen determinantes y una es la concepción vertical de la política, que tiene que ver mucho con el peronismo, son formas tradicionales. Necesitan mejoramiento. En el sistema político nacional estoy viendo un sistema político no tan fuerte, porque está afectado por cambios muy rápidos, frentes, coaliciones, una oposición que es bastante débil, depende demasiado de circunstancias de afuera y carece de la confianza internacional. Y en las provincias, el federalismo está incluido en la Constitución pero está un poquito distorsionado por necesidades, pero también por destinos políticos.



-Siente como un desprecio de parte de las autoridades del PJ de retirar al partido de la Internacional Demócrata Cristiana.


-No. La ODCA es un organismo que existe y siempre cuando es necesario, los involucrados sacan la ODCA y la ponen en la mesa, entonces me parece que cada partido debe definir una programática, y teóricamente es una definición demócrata cristiana, si el PJ tiene esa definición tan clara no sé, pero el peronismo es mucho más amplio, es una concepción, entonces ¿cómo trabajamos nosotros? no tuvimos mucho contacto con el oficialismo nacional, pero seguimos con un buen trabajo con el peronismo, porque siempre encontramos áreas compatibles.



-¿Cómo ve la hegemonía kirchnerista?


-Estamos en una época política del país, no quiero utilizar "kirchnerismo", ni ningún "ismo". Estamos en una época de desarrollo de este país, y tiene muchas facetas vinculadas entre sí, y estamos en una fase política que llegó, para mí era más que necesario, a un presidencialismo fuerte.



-¿Pero ve peligrosa la construcción de poder que están haciendo los Kirchner?


-Peligrosa no, porque el pueblo eligió a la presidenta por el 40 y pico por ciento, ¿de qué se quejan?, si la eligieron a ella, y la mayoría de los políticos, muchos, hasta ayer o antes de ayer se soportaron. El año que viene vamos a ver cómo son las elecciones, que van a ser como un sismógrafo.



-¿Qué prevé para el año que viene?


-Creo que no vamos a ver cambios tan duros. Mi deseo es una buena combinación de 2011, que también va a marcar un cambio de la generación política. Hoy hay distintas corrientes políticas que tienen un futuro, trabajamos con el peronismo y con el PRO.



-¿Qué cambia en Latinoamérica y el mundo con Obama?


Estoy por Obama, es un cambio necesario, es casi un cambio histórico. Las esperanzas que tiene todo el mundo sobre Obama no se pueden sobreestimar. El sentimiento de la desesperanza viene muy rápido también. Vamos a ver. Estamos comenzando con un mundo multipolar, con Estados Unidos, los rusos, China, India, Brasil, México, pero ninguno está dispuesto a liderar el mundo. Primero habrá que hacer cambios en la casa propia.

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