POR Vicente Arias Bravo
El diagnóstico está claro:
Sufrimos la crisis de los “créditos tóxicos” y su extensa como injusta “contaminación cruzada”, que supuran estas malas prácticas comerciales; las que con el favor del dios de
Entre los causantes de esta hecatombe mundial se suele inscribir a aquellos capitalistas que obtuvieron ventajas ilegítimas con su especulación financiera y aquellos que aún, a estas alturas, siguen idolatrando- desde el centro del imperio del sueño americano y hasta en nuestra modesta factoría- la autosuficiencia del santo mercado, pero abominan y se persignan ante la palabra “regulación del mercado”.
Ha quedado demostrada la malicia de las prácticas desordenadas de una Mega cadena de Farmacias y cuán insuficientes resultan ser las regulaciones estatales, frente a la codicia.
¿Cuál es el camino, entonces?
Propongo volver la mirada hacia nuestra raíz. Hacia
Más propiamente, recurramos a nuestro Padre Dios.
El, aún nos observa con comprensión paterna para enseñarnos el camino de la templanza, el respeto y el auto-control.
Ahí están todavía esperando….a ellos y a nosotros…. las regulaciones y diques con que nos quieren guiar: nuestra Conciencia, el Derecho Natural y nuestra “Etica Empresarial”.
Antes mejor, simple y definitorio. Volvamos nuestros pasos hacia la síntesis bíblica, que nos relata Lucas:
“Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario