La Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (RLCD) expresa su más enérgico repudio ante la reciente ofensiva contra la Libertad de Prensa, Expresión, Opinión, Pensamiento y el Derecho a la Información en Venezuela, perpetrada por el presidente Hugo Chávez Frías, materializada una vez más en fecha reciente con el cierre de las primeras 34 emisoras de radio, de un total de 240 que serían clausuradas definitivamente, según lo anunció el ministro del Poder Popular para Obras Públicas y Vivienda Señor Diosdado Cabello junto con la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL).
Esta nueva acción se suma a una serie de iniciativas para legalizar la mordaza, el cierre de otros medios y un clima de intolerancia que incita a la violencia, causando evidente ruptura del orden democrático.
La Libertad de Prensa, Expresión, Opinión, Pensamiento, y el Derecho a la Información, son derechos fundamentales del Sistema de Derechos Humanos que está en la base del Sistema Democrático. Así se consagra en los textos fundacionales de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA), así como en las disposiciones concernientes de los Pactos de Derechos Civiles y Políticos y de Derechos Económicos Sociales y Culturales de la ONU, en la Convención Americana de Derechos Humanos y en la gran parte de la normatividad internacional en materia de Derechos Humanos y Democracia.
Todos los textos legales internacionales, al consagrar el derecho a la Libertad de Prensa, Expresión, Opinión, Pensamiento y el Derecho a la Información, señalan explícitamente la obligación de proteger estos derechos frente a los abusos abiertos o solapados que puedan ejercer los gobernantes por la vía de las prohibiciones, las regulaciones abusivas o las medidas administrativas coercitivas.
Lo anterior es el caso de la "Declaración de Varsovia", adoptada en reunión ministerial de la Comunidad de las Democracias, al establecer entre los principios democráticos medulares el derecho de cada persona a la libertad de opinión y de expresión, incluyendo el intercambio y recepción de ideas e información a través cualquier medio; el derecho de cada persona a la libertad de pensamiento; y el derecho a que la prensa recabe, reporte y disemine información, noticias y opiniones.
De conformidad con la Carta Democrática de la OEA, es elemento esencial de la democracia representativa el respeto por la libertad de expresión y prensa.
El derecho a la libertad de expresión comprende el libre acceso a las fuentes informativas, el libre flujo de opiniones y noticias y el libre desarrollo de los canales de circulación de las ideas. Ese derecho garantiza, en primer término, la libertad de creación, organización y desarrollo de los medios de comunicación y, sobre todo, garantiza el derecho del pueblo al ejercicio pleno de la Democracia.
El cierre de emisoras de radio y canales de televisión en Venezuela pone de manifiesto la existencia de una estrategia general de medidas administrativas, legales, impositivas del régimen gobernante para criminalizar y coartar la libertad de Prensa, Expresión, Opinión, Pensamiento y el Derecho a la Información, con miras a acallar críticas y someter voluntades. Algo contrario a la democracia, en donde el respeto y la tolerancia a las diferencias constituyen un aspecto central.
Si el respeto por la libertad de expresión y prensa es, según la Carta Democrática de la OEA, un elemento esencial de la democracia representativa, su irrespeto constituye entonces una ruptura del orden democrático.
Según la misma Carta de la OEA, los gobiernos tienen la obligación de promover y defender la Democracia, cuyo ejercicio efectivo es la base del estado de derecho en los Estados miembros.
Toda vez que se trata de una situación que afecta gravemente el orden democrático en Venezuela, conforme a la Carta Democrática de la OEA la RLCD hace un llamado urgente a que se convoque a un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de la OEA, con miras a que se constate que, en efecto, se ha producido la ruptura del orden democrático en Venezuela, y en consecuencia instruya a que se den gestiones diplomáticas conducentes a restablecerlo.
La RLCD también expresa su preocupación por la extensión de medidas que coartarán la libertad de expresión en países como el Ecuador, Bolivia, Colombia y Nicaragua, que han anunciado la adopción de acciones similares, tal como se observa al incrementar las presiones contra medios de comunicación y periodistas. Estas medidas representarán un retroceso preocupante e inaceptable en el fortalecimiento y desarrollo democrático de América Latina.
Dado lo anterior, solicitamos al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela que rectifique y detenga sus acciones contrarias a los principios democráticos y los Derechos Humanos. De igual forma, hacemos un llamado a la comunidad internacional, en especial del Sistema Interamericano, para que exprese su rechazo a estas medidas coercitivas a la libertad de expresión en América Latina, conmine a los gobiernos involucrados a revocar tales medidas en aras de una América Latina más democrática, y manifieste su voluntad política en defensa de la democracia, las libertades y el bien común, aplicando la Carta Democrática de la OEA.
Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia
www.democracialatinoamerica.org
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