Escrito por Dr. Ricardo Arias Calderón*
FUENTE: Cuba 2.0
I. Tipos de golpe de Estado
Al reflexionar sobre el golpe de Honduras llamo la atención sobre su significación e importancia. Se habla a su propósito de golpe de estado como si hubieses un único prototipo de golpe de estado, cuando en realidad existe una variedad que me obliga a distinguir por lo menos tres.
El primer tipo de golpe pretende establecer una dictadura tradicional. Todos hemos tenido experiencia en Latinoamérica con este fenómeno sociopolítico que incluye casi siempre represión y persecución de parte de militares y tiende a ser históricamente regresivo para el desarrollo de la nación. Podríamos denominarle “golpe para la dictadura”.
Al contrario, hay golpes de estado que ayudan a establecer una democracia, por eso son bienvenidos como benéficos. Persiguen establecer, mantener, restablecer o defender la democracia. Normalmente tienen el apoyo de una amplia mayoría de la población, porque sus objetivos son la búsqueda de un sistema político en donde prime la libertad y que sea al mismo tiempo un régimen de Derecho. De allí lo indispensable de una Constitución apropiada para una democracia que depende tanto del pluralismo ideológico-social como del pluralismo político-constitucional. Rara vez cuando se trata de perfeccionar una democracia se piensa en una revolución generadora de violencia, sangre y muerte, y más bien se contempla en un concepto de evolución que requiere diálogo, negociación y consenso al margen de cualquier violencia menor que puedan ocasionar inevitablemente.
El tercer tipo de golpe es el identificado con el que ejecutaba en Honduras el presidente derrocado Manuel Zelaya al violar
II. El modelo de golpe de Chávez
Por su parte, Chávez no sólo se ha limitado a justificar su propio golpe y el rito subsecuente sino que se ha dedicado a propagarlo, petróleo y dinero en mano, por toda Latinoamérica con su grupo ALBA y el preconizado socialismo del siglo XXI. Para lograrlo se ha lanzado al mercado de los liderazgos políticos internacionales comprándose uno que le permita (con los miembros de
Panamá.- El plan se forjó en
En realidad el enemigo común más importante para el ALBA es la democracia tal como la concebimos nosotros, el pluralismo social y electoral, político y constitucional es la democracia misma.
El presidente Chávez y sus colegas del ALBA han tejido un enjambre de colaboración y conspiración para intervenir en todos los asuntos internacionales críticos y prácticamente han proferido diversas amenazas militares y tomando acciones que riñen con el Derecho Internacional y la autodeterminación de los Estados. Sólo a manera de ejemplo vemos una no disimulada colaboración con las FARC en logística y armamentos, y además apoyo con bases en territorio ecuatoriano para éstas; envío de tropas venezolanas a la frontera con Colombia; y probable remisión de armas desde Venezuela al presidente de Ecuador quien las haría llegar a una presunta guerrilla hondureña; ayuda directa de los presidentes Ortega, Chávez y Correa a la formación de una tropa guerrillera en territorio Nicaragüense para invadir Honduras. También se cuenta la invasión con frecuencias de radio intencional y agresiva del territorio colombiano por parte de Venezuela, lo que ha colmado el vaso y hecho que Colombia presente una queja formal ante al OEA. Esto y muchas otras acciones más, nos marcan el hecho de que se está ante las puertas de una carrera armamentista que podría desembocar en una confrontación armada que nos desviaría del tema social y la lucha contra la pobreza que es el aspecto primordial que debe ocupara a nuestra América Latina.
El gran ausente en toda esta trama es el presidente Obama, y por su parte ninguno de los países en América Latina han querido adoptar el rol de líder del anti socialismo del siglo XXI o anti ALBA.
De asumir alguien el liderazgo anti chavista le estaría dando a Venezuela una importancia fuera de serie y a Chávez y su grupo un valor adicional y desproporcionado a su realidad y verdadera circunstancia, sobre todo en sus relaciones con los EE.UU. cuya política en ocasiones es regresiva y contradictoria.
El llamado socialismo del siglo XXI no representa otra cosa que un estatismo de tendencia totalitaria dispuesto a conspirar en América Latina para hacer de ella un remedo de un sistema ya felizmente superado por otras experiencias más cercanas a la democracia.
Cuando Zelaya en CNN argumentó que Honduras estaba en el “puño de los Estados Unidos” y que éste con un pequeño apretón lograba se hiciera su voluntad reveló su incoherencia, pues si él sabía esta situación por qué no actuó como presidente en base a ese conocimiento y si él lo desconocía por qué utilizar ahora el argumento de endilgarle la culpa a los EE. UU. de facilitar su derrocamiento.
Pase lo que pase con
*Ex vicepresidente de
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