Los demonios de la regresión Por: Juan Hernández Bis
La indudable fortaleza del PRI y de Enrique Peña Nieto en las encuestas con miras al 2012 han hecho de la regresión política un riesgo cada vez más claro y una grave amenaza para la transición democrática en México
Obsesionados por detener el avance de los tricolores, el PAN y el PRD se unieron en una serie de alianzas que les permitieron dar la sorpresa en estados como Oaxaca, Puebla y Sinaloa, sin embargo, el precio a pagar fue que, en todos los casos, lanzaron como sus candidatos a notables priistas, es decir, las victorias de la alianza fueron meramente simbólicas.
Ahora, en medio de la polémica desatada en el Estado de México por la propuesta del PVEM ante el congreso local para impedir que el PAN y el PRD vayan juntos en las elecciones donde se elegirá al sucesor de Enrique Peña Nieto al frente del Gobierno estatal, los panistas parecen dar un nuevo paso hacia el vacío.
Y es que Octavio Germán, líder del PAN en el Edomex, anunció, el pasado 8 de septiembre, que el proyecto de aliarse con el PRD y otros partidos sigue adelante y que se está valorando la posibilidad de lanzar como candidato a Carlos Hank Rhon, hijo de Carlos Hank González, fundador del grupo Atlacomulco.
El solo hecho de que los panistas del Estado de México estén considerando la posibilidad de lanzar a Carlos Hank Rohn, heredero de una de las peores mafias priístas, como candidato al Gobierno del Estado es digno de escándalo, vergüenza e indignación.
Durante los años de la "dictadura perfecta" el apellido Hank se convirtió en sinónimo de corrupción, de tráfico de influencias y, según multitud de reportes periodísticos, de dudosas relaciones con el crimen organizado que habrían llamado incluso la atención de la DEA.
Más aún, el propio Carlos Hank Rohn fue multado con 40 millones de dólares por el gobierno norteamericano, acusado de violar las leyes bancarias y participar en la venta ilegal de acciones mientras era presidente del "Laredo National Bancshares".
Peor tantito, tanto él como Enrique Peña Nieto son parte del mismo grupo político que cayó en conflictos internos tras la muerte de Hank González. Dicho de otro modo, al lanzar a Carlos Hnak Rohn como candidato, los panistas se estarán metiendo en medio del pleito entre los "atlacomulcos".
Pareciera que a muchos panistas se les olvida que el fortalecimiento del PRI y la amenaza de regresión que este implica son consecuencia, en primer lugar, de la incapacidad de los gobiernos del PAN para dejar atrás los vicios de la vieja política.
Obsesionados con evitar el regreso del PRI, están dispuestos a todo con tal de mantenerse en el poder, sin darse cuenta de que, al hacerlo, el propio PAN se está convirtiendo en el monstruo al que juró combatir y eso es algo que la ciudadanía no les va a perdonar.
Esta es la última oportunidad para que los blanquiazules reaccionen y entiendan que si Acción Nacional se convierte en un clon malecho del viejo sistema, el PAN se volverá redundante y perderá su razón de ser (además de las elecciones).
Es cierto que el retorno del PRI al gobierno es un serio riesgo, pero, desgraciadamente, al día de hoy, si el PAN quiere conocer a los demonios de la regresión solo necesita mirarse al espejo.
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