Por José Dávila *
Estimados hermanos centroamericanos, presidentes de los partidos de centro, formadores, pensadores y diputados del Foro Humanista, compañeros de lucha:
Luego de concluir mis funciones como Director del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (INCEP) el pasado 30 de junio, me dirijo de nuevo hoy a ustedes como demócrata y como centroamericano, para expresarles que renovemos nuestra fe en la transformación de nuestra región hacia una mejor democracia, más participativa, más justa y en función de mejorar la calidad de vida de millones de habitantes del área, que luchan sufriendo a diario por sobrevivir entre tanta condición de pobreza e injusticia.
El pensamiento humanista cristiano que siempre ha inspirado nuestras acciones me mueve y nos mueve a no desmayar hasta conseguir nuestros objetivos históricos de una Centroamérica unida, en paz, tranquila, con progreso sin exclusiones y enrumbada hacia construir para las futuras generaciones, nuestros hijos y nietos, algo más feliz y más agradable de lo que hoy tenemos.
Me dirijo de nuevo a ustedes también para ponerme a sus órdenes como un centroamericano que lucha por su región, donde tenemos tantos compromisos y tanto desafíos para poder cumplir nuestro anhelos de una patria mejor, una política mejor, un sistema político mejor, y sobre todo un mejor estado que cumpla con su deber de gerenciar el bien común y superar las injusticias y desigualdades sociales para poder promover la realización material y espiritual de cada persona humana de nuestra región.
La crisis económica que padecen hoy nuestros países, y parece agudizarse, es en gran parte producida por el aumento desmesurado del precio del petróleo, elemento vital para el funcionamiento de nuestras economías, pero se refleja peligrosamente hacia una crisis alimentaria por la inflación de los precios de muchos productos básicos, lo que está profundizando los problemas sociales y las injusticias, por provenir nosotros de sistemas históricamente injustos y excluyentes, que son el obstáculo permanente y estructural para el desarrollo humano integral al que todos aspiramos.
También estamos padeciendo por una economía mundial que se resiste a crear nuevas reglas de justicia y solidaridad internacionales. Las reglas de los monopolios mundiales, los proteccionismos, el máximo lucro con el gran y único objetivo, la especulación financiera, la contaminación mundial, el comercio injusto, deben modificarse en aras de la sobrevivencia de la humanidad.
A pesar de este macro-entorno, estamos en la obligación de consolidar nuestras democracias y luchar fuerte por resolver los graves problemas sociales que padecemos en la región, si queremos caminar firmes y con visión política e histórica hacia una paz verdadera con confiable estabilidad política.
Nuestra lucha sigue. En Guatemala debe consolidarse la democracia y para ello el actual gobierno enfatiza su labor en la problemática social en estructuras difíciles de transformar rápidamente; en El Salvador persiste una polarización política que ahoga avances más sólidos para una efectiva democracia y solución a los problemas sociales en bases a consensos; en Honduras hay una marcha hacia la democracia pero con vaivenes, y hay necesidad de abrir más espacios para enfrentar los problemas sociales.
En Nicaragua hay un retroceso político brutal que obliga a todos los demócratas a buscar formas renovadas de unión y lucha para rescatar lo poco o mucho que se había logrado en los últimos años; Costa Rica se debate hacia su modernización y urge de cambios políticos con nuevos estilos y consensos; y Panamá debe consolidar su camino democrático redistribuyendo los beneficios que alcanza como el país centroamericano más globalizado.
Esto fue lo que me inspiró cuando estuve a la cabeza del INCEP, y esto me sigue inspirando para seguir luchando por lo mismo, quizás desde otras trincheras, y por eso es que de nuevo les escribo para que cuenten conmigo en las luchas de sus partidos, me ofrezco como un voluntario centroamericano que quiere apoyarlos en todo lo que pueda.
Me ha inspirado también en estos años la lucha de los socialcristianos, los humanistas, que tratan de construir una alternativa frente al pensamiento neoliberal radical que se deshumaniza, y frente al pensamiento de izquierda ortodoxo que insiste en sus desfasados planteamientos.
El pensamiento humanista cristiano, junto al pensamiento político progresista y de centro, es hoy más válido que nunca en la región. La solidaridad, la ética en la política, la equidad, la justicia social, el comunitarismo o esencia del poder local, la búsqueda del bien común, el respeto a la dignidad de la persona humana, siguen siendo las luces que iluminan este camino sinuoso que urge de cambios profundos.
Por eso en Guatemala no puede morir el pensamiento demócrata-cristiano, en El Salvador debe abrir espacios frente a la polarización, en Honduras aumentar su incidencia en el escenario político, en Nicaragua fortalecer esos brillos de lucha que lo han caracterizado, en Costa Rica recuperarse como fermento de los cambios sociales, y en Panamá aportar elementos programáticos para consolidar una democracia con justicia social.
Hay decidida una estrategia conjunta de ODCA,
Estos son los motivos que nos llevaron a los del INCEP a crear instancias regionales para informarnos, formarnos, sentar posiciones y decidir acciones para empujar todo esto hacia adelante.
Por eso en estos años impulsamos los encuentros anuales de los Secretarios Generales de los partidos de centro del área, por eso impulsamos tanto trabajo presencial y por Internet con los jóvenes, por eso creamos a nivel regional una Red de Mujeres liderezas que hay que fortalecer, por eso promovimos
El trabajo por los objetivos y desafíos mencionados debe seguir, nuestra Centroamérica está ante retos enormes. La crisis de la energía, el calentamiento global, la protección de nuestro medio ambiente, el grave problema social que es causa y efecto de la pobreza y la pobreza extrema.
Tenemos el grave problema de los emigrantes que tratan de buscar una mejor vida, y hoy son deportados en forma masiva. 70 mil hondureños tal vez deporten este año, en Guatemala ya van 15 mil en medio año, ¿Qué va a pasar con ellos en nuestras economías de por sí famélicas?. Tenemos el problema de seguir siendo puente de la droga y área de acción del narcotráfico. Cada día hay mas pobres en Centroamérica, esto lo dicen estudios de instituciones continentales y mundiales serias.
En esto debemos seguir trabajando, en esto yo seguiré trabajando, y confío y espero que en esto y más, seguirán trabajando los nuevos responsables nombrados para dirigir el INCEP.
A pesar de que los plazos administrativos para los cambios, no permitieron una transición más debatida, he abogado en cada oportunidad posible por la continuidad y profundización de este trabajo del INCEP, por ampliar más el compromiso de trabajo con la sociedad civil, por continuar la apertura, y por fortalecer el aspecto de las propuestas técnicas de solución a los problemas de la población.
Confío en que los jóvenes se sigan formando sólidamente, que
Confío en que los encuentros anuales de los Secretarios Generales se sigan dando, para soñar con la construcción de una instancia partidaria regional de centro, que pueda encaminar responsablemente a nuestra Centroamérica por el camino de la gobernabilidad y el desarrollo humano sostenible.
42 años de presencia de
Sigamos adelante, tengámonos fe, tengamos fe en nuestros pueblos, en nuestros ideales, en nuestros planteamientos, los pueblos pueden dar un traspié, les pueden imponer dictaduras temporalmente, pero jamás van hacia atrás en su conciencia social y en su marcha hacia buscar cada vez más democracia, más libertad, más justicia y más bienestar para todos.
Abrazos fraternales, y díganme en qué puedo ayudarles.
* José Dávila Membreño, 57 años, casado, cuatro hijos. Licenciado en Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), 1975, con estudios de post-grado en Bonn y Braunschweig, República Federal de Alemania, 1975-1979, becado por la Fundación Konrad Adenauer.
Se autodefine como un centroamericano nacido en Nicaragua.
Con ejercicio en las áreas de docencia universitaria, área política, periodística, formativa y diplomática en Nicaragua, Costa Rica, Alemania, Suiza y Guatemala (actividades en países correspondientes)
Hasta junio de 2008, Director General del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (INCEP), sede en Guatemala, programa de formación política centroamericana de
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