Jorge Luis Sánchez Pérez.
Miembro del Movimiento Cristiano Liberación
¿Las ayudas médicas a otros países de Latinoamérica brindada por Cuba son en sí altruistas? Los que aman el altruismo, y más que nadie los cubanos, sabemos que no, que las ayudas médicas de Fidel a estos hermanos son un modo de introducirles el comunismo. Altruismo es dar sin recibir nada a cambio, es dar sin ninguna intensión, sin suspicacia, sin maldad, sin ventajismo alguno. Las ayudas de Castro, sin duda, han representado una asistencia para esos pobres países que la han necesitado, pero más que altruistas han sido una táctica de Fidel para promulgar el comunismo por Latinoamérica y el mundo. No digo que haya sido mala porque de cierto modo los más pobres han podido atenderse con médicos cubanos sin costo alguno. Pero es que esta suspicacia por sí sola se explica. Con esta ayuda fingen que son buenos, y así atraen a incautos que creen que en Cuba todo lo regalan y que allá todo anda perfectamente bién.
Pero los pacientes de esos países, que ciertamente pueden estar agobiados por algunas enfermedades que son costosas, no piensan en otra cosa que resolver sus problemas de salud, y no saben lo que hay detrás de esas ayudas. Sutilmente, y usando un renglón tan sensible como el de la salud, el dictador cubano ha ido manipulando la mente de los más pobres y enfermos de nuestros hermanos latinos para que crean en el comunismo. Y lo ha logrado. Pero lo que no saben estos pacientes es que para regar especialistas de la salud por toda Latinoamérica, e incluso por otras partes del mundo, Fidel dejó a Cuba casi sin médicos. Hubieron consultorios que quedaron sin uno solo y,escasamente, dejaron una enfermera. Sé de consultorios donde la enfermera era quien atendía a los pacientes, haciendo función de médico sin serlo. En otros casos dejaron un médico para dos, tres y hasta para cuatro consultorios, y al resto los mandaron para Honduras, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Guatemala, Perú, El Salvador, etc etc, etc. Fidel estaba pensando más en llevar su terrible política a Latinoamérica que en sanar enfermos, y pensaba más en manipuladores que en médicos. Incluso, hospitales importantes tuvieron que reducir sus plantillas, ya no solo de médicos, sino también de enfermeras, laboratoristas, y otros técnicos de la salud a más de un 50%. Yo fui a hospitales donde las colas para verse con un galeno eran de un día entero, y muchas veces me iba sin poder atenderme. Conocí personas que se estaban atendiendo con especialistas, a las que le dieron un "turno" para verse cuatro, cinco o seis meses después. Muchos incluso se verían con su especialista cuando estos regresaran de Honduras, Perú,Venezuela, o del país donde estuviera. Muchos hábiles pacientes llevaban al hospital una gallina o15 ó 20 libras de arroz, o 20 dólares, o un bolso de viandas para regalárselo al médico para que los atendiera primero y mejor que a los otros. Graves problemas creó en nuestro sufrido país la abrumadora ayuda médica a tantos países de Latinoamérica y el mundo a la misma vez.
Nosotros los cubanos nunca hemos estado en contra de estas ayudas, porque nos gusta la gentileza y la gallardia, pero sí en contra de cómo lo han hecho y en contra de los mezquinos y verdaderos objetivos del dictador. Empezamos a quejarnos, pero a escondidas porque esto en la Cuba totalitarista cuesta la prisión. Los pocos médicos que se quedaron también se quejaron porque ahora tenían que intentar hacer el trabajo de tres, cuatro o cinco médicos, pero por el mismo mísero salario de 20,25 ó 30 dólares mensuales según su especialidad. !Lo que cuesta un par de zapatos! Si es un técnico, menos de 20. Pero nada se puede reclamar a las altas esferas del Gobierno, porque quien lo haga será acusado de traidor y de enemigo al servicio de los "yanquis", y será encerrado en las temerosas cárceles de Cuba.
Los médicos que van a cumplir esas "misiones", como allá le llaman, van muy contentos, ya que a ellos les van a pagar 50 dólares adicionales, y cuando regresen a Cuba llevarán ropas, zapatos, grabadoras y algún que otro equipo electrónico, que en Cuba jamás hubiesen podido obtener con su mísero salario. En cambio los que quedan en Cuba que van a cumplir la "misión" de trabajar por tres, cuatro o cinco médicos no les van a dar nada a no ser esclavitud.
Yo entiendo que es bueno ayudar a los más necesitados, pero se debe hacer con amor, sin interés alguno, y sin dejar a los tuyos peores que a los que vas a ayudar. Eso es como desvestir a un vivo para vestir a un muerto.
Además debemos entender que salud es también alimentación, sin embargo el comunismo lo primero que hace donde cae, es restringir al máximo la comida, para que la gente pase hambre y se dediquen sólo a inventar cómo saciarla, sin tener tiempos ni fuerzas para luchar contra los que se la quitan. Eso es un viejo modus operandi de los comunistas. Como también lo es el modo de manipular a nuestros hermanos latinoamericanos, usando el fragil renglón de la salud. ¿Se puede llamar a eso, a un modus operandi, altruismo? Ustedes tienen la palabra.
¿Las ayudas médicas a otros países de Latinoamérica brindada por Cuba son en sí altruistas? Los que aman el altruismo, y más que nadie los cubanos, sabemos que no, que las ayudas médicas de Fidel a estos hermanos son un modo de introducirles el comunismo. Altruismo es dar sin recibir nada a cambio, es dar sin ninguna intensión, sin suspicacia, sin maldad, sin ventajismo alguno. Las ayudas de Castro, sin duda, han representado una asistencia para esos pobres países que la han necesitado, pero más que altruistas han sido una táctica de Fidel para promulgar el comunismo por Latinoamérica y el mundo. No digo que haya sido mala porque de cierto modo los más pobres han podido atenderse con médicos cubanos sin costo alguno. Pero es que esta suspicacia por sí sola se explica. Con esta ayuda fingen que son buenos, y así atraen a incautos que creen que en Cuba todo lo regalan y que allá todo anda perfectamente bién.
Pero los pacientes de esos países, que ciertamente pueden estar agobiados por algunas enfermedades que son costosas, no piensan en otra cosa que resolver sus problemas de salud, y no saben lo que hay detrás de esas ayudas. Sutilmente, y usando un renglón tan sensible como el de la salud, el dictador cubano ha ido manipulando la mente de los más pobres y enfermos de nuestros hermanos latinos para que crean en el comunismo. Y lo ha logrado. Pero lo que no saben estos pacientes es que para regar especialistas de la salud por toda Latinoamérica, e incluso por otras partes del mundo, Fidel dejó a Cuba casi sin médicos. Hubieron consultorios que quedaron sin uno solo y,escasamente, dejaron una enfermera. Sé de consultorios donde la enfermera era quien atendía a los pacientes, haciendo función de médico sin serlo. En otros casos dejaron un médico para dos, tres y hasta para cuatro consultorios, y al resto los mandaron para Honduras, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Guatemala, Perú, El Salvador, etc etc, etc. Fidel estaba pensando más en llevar su terrible política a Latinoamérica que en sanar enfermos, y pensaba más en manipuladores que en médicos. Incluso, hospitales importantes tuvieron que reducir sus plantillas, ya no solo de médicos, sino también de enfermeras, laboratoristas, y otros técnicos de la salud a más de un 50%. Yo fui a hospitales donde las colas para verse con un galeno eran de un día entero, y muchas veces me iba sin poder atenderme. Conocí personas que se estaban atendiendo con especialistas, a las que le dieron un "turno" para verse cuatro, cinco o seis meses después. Muchos incluso se verían con su especialista cuando estos regresaran de Honduras, Perú,Venezuela, o del país donde estuviera. Muchos hábiles pacientes llevaban al hospital una gallina o15 ó 20 libras de arroz, o 20 dólares, o un bolso de viandas para regalárselo al médico para que los atendiera primero y mejor que a los otros. Graves problemas creó en nuestro sufrido país la abrumadora ayuda médica a tantos países de Latinoamérica y el mundo a la misma vez.
Nosotros los cubanos nunca hemos estado en contra de estas ayudas, porque nos gusta la gentileza y la gallardia, pero sí en contra de cómo lo han hecho y en contra de los mezquinos y verdaderos objetivos del dictador. Empezamos a quejarnos, pero a escondidas porque esto en la Cuba totalitarista cuesta la prisión. Los pocos médicos que se quedaron también se quejaron porque ahora tenían que intentar hacer el trabajo de tres, cuatro o cinco médicos, pero por el mismo mísero salario de 20,25 ó 30 dólares mensuales según su especialidad. !Lo que cuesta un par de zapatos! Si es un técnico, menos de 20. Pero nada se puede reclamar a las altas esferas del Gobierno, porque quien lo haga será acusado de traidor y de enemigo al servicio de los "yanquis", y será encerrado en las temerosas cárceles de Cuba.
Los médicos que van a cumplir esas "misiones", como allá le llaman, van muy contentos, ya que a ellos les van a pagar 50 dólares adicionales, y cuando regresen a Cuba llevarán ropas, zapatos, grabadoras y algún que otro equipo electrónico, que en Cuba jamás hubiesen podido obtener con su mísero salario. En cambio los que quedan en Cuba que van a cumplir la "misión" de trabajar por tres, cuatro o cinco médicos no les van a dar nada a no ser esclavitud.
Yo entiendo que es bueno ayudar a los más necesitados, pero se debe hacer con amor, sin interés alguno, y sin dejar a los tuyos peores que a los que vas a ayudar. Eso es como desvestir a un vivo para vestir a un muerto.
Además debemos entender que salud es también alimentación, sin embargo el comunismo lo primero que hace donde cae, es restringir al máximo la comida, para que la gente pase hambre y se dediquen sólo a inventar cómo saciarla, sin tener tiempos ni fuerzas para luchar contra los que se la quitan. Eso es un viejo modus operandi de los comunistas. Como también lo es el modo de manipular a nuestros hermanos latinoamericanos, usando el fragil renglón de la salud. ¿Se puede llamar a eso, a un modus operandi, altruismo? Ustedes tienen la palabra.
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