El evangelio de los hipócritas
Por: Gerardo Enrique Garibay Camarena
Si no pasa alguna sorpresa de última hora, este martes 8 de marzo el Senado de la republica aprobará una reforma constitucional en materia de derechos humanos que, entre otras joyitas, pavimenta el camino para la aprobación del aborto a nivel nacional, al cambiar el término "individuo" por "persona", bajando el debate sobre este tema, del plano constitucional, al del derecho civil (El Código Civil es el que define lo que se entiende por "persona").
Además le da al gobierno el derecho de restringir los actos religiosos de culto público y unos nebulosos "tratados internacionales" que seguramente dentro de unos años serán usados como "puerta trasera" para imponer la agenda de la cultura de la muerte directamente entre Los Pino y el Senado de la Republica, arrebatándole a las legislaturas estatales toda influencia en la materia.
Y, como "joya de la corona" introducen la prohibición de discriminar en base a las "preferencias sexuales" un término inexistente tanto en tratados internacionales como en las definiciones de la American Psycological Association, lo que no solo significará en la practica la legalización del matrimonio homosexual en todo el país, sino que abre la puerta para la legalización de conductas tan aberrantes como la zoofilia y la pedofilia, que, al final del día, son "preferencias".
Si, como tal parece, la reforma es aprobada con el apoyo de priistas, perreditas y panistas, lo más grave será sido la actitud de muchos líderes y legisladores del PAN, que llegaron al poder y se rellenaron los bolsillos gracias al discurso de la dignidad de la persona humana, la solidaridad, la subsidiariedad y el bien común, para después, desde el gobierno, actuar justamente en contra de estos mismos principios.
Apenas la semana pasada, tratando este mismo asunto de la reforma en materia de derechos humanos, un destacado legislador del PAN respondió que "no podemos imponer desde la legislación principios morales personales" y, entonces, la pregunta obvia es ¿De qué sirve gastar miles de millones de pesos en elecciones y en candidatos? Si, al final del día, "sus principios morales personales" se quedan, como el chofer, afuera de la Cámara.
Resulta indignante la condescendencia y la arrogancia de todos estos políticos, supuestamente humanistas, que acusan a la sociedad de la ignorancia que ellos mismos han generado al cubrir el proceso legislativo con un manto de opacidad y que se esconden en los tecnicismos para no responder por la esencia y las consecuencias de sus acciones.
Pareciera que para ellos, la sociedad está para pagarles cientos de miles de pesos al mes, sostenerles una serie de grotescos privilegios y, además, agradecerles, sin pregunta alguna, el favor que nos hacen al gobernar.
Todo hace indicar que lo que veremos mañana en el Senado es el inicio de un teatro muy bien ensayado, y para muestra, basta ver lo que ocurrió en la obra anterior: Primer Acto.- el gobierno de Vicente Fox (del PAN) propuso una serie de ministros pro-aborto a la Suprema Corte y nadie, por incompetencia o mala fe, dijo nada. Segundo Acto el PRD, en congruencia con su visión ideológica, aprobó la legalización del aborto. Tercer Acto.- Los Ministros de la Suprema Corte, propuestos por el gobierno del PAN declararon constitucional la legalización del aborto.
Mientras tanto, Acción Nacional se limitó a poner en televisión unos pocos anuncios oponiéndose a la medida del gobierno capitalino, aparentemente, con el propósito de seguirle jugando el dedo en la boca a la sociedad, haciéndole creer que están en contra de lo que los propios gobiernos blanquiazules provocaron.
Lo mismo ocurrirá ahora con el tema de los matrimonios y la adopción por parte de personas del mismo sexo, primero los diputados y senadores panistas aprueban las reformas que hacen, no solo posible, sino casi obligada la autorización de estas acciones y después, cuando ya no haya nada por hacer, lanzaran algunas jeremiadas en la televisión quejándose y tratando de vernos, nuevamente, la cara.
Por supuesto, para los hipócritas cualquier pretexto es bueno y, si usted les pregunta por qué traicionaron a su doctrina, le responderán que la negociación es parte del "arte de la política" y que, por ejemplo, a cambio de apoyar a los ministros pro-aborto, el gobierno de Fox obtuvo alguna ventaja; pues en ese caso esperemos que la contraprestación recibida sea suficiente como lavar de sus manos la sangre de decenas de miles de niños inocentes asesinados en el D.F., gracias a la complicidad de la SCJN.
Ojalá que, al menos, las 30 monedas de plata no hayan sido falsas y parece que no, porque muchos legisladores blanquiazules están listos para volver a las andadas.
Así, al final del día, los "buenos" se acaban convirtiendo en los peores, porque están jugándole chueco a la sociedad, pero la buena noticia es que no escaparán al juicio de la historia, porque los ciudadanos estamos hartos de que nos engañen, porque el evangelio de los hipócritas ya está muy visto, ya nos lo sabemos y no volveremos a caer
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